La terapia corporal

Nuestras emociones se expresan en el cuerpo y es a través de él, que podemos liberarlas, sanarlas y transformarlas. Ya desde bebés y como mecanismo de adaptación a nuestro entorno, reprimimos y  bloqueamos ciertas emociones demasiado intensas o poco aceptadas. Es aquí, cuando las emociones se estancan o se convierten en rumiación, pudiendo darnos síntomas físicos o emocionales. 

Cada uno de nuestros gestos corporales son fruto de una actitud, de un comportamiento delante de la vida, que pueden cambiar si tenemos cuidado de nuestro cuerpo, reeducamos nuestra respiración y respetamos el impulso primario de nuestras emociones.

Incorporar al cuerpo en la terapia (a través de la bioenergética, la respiración o el focusing, entre otros), genera cambios más duraderos y profundos, ya que es en nuestro cuerpo donde residen las emociones más primarias e inconscientes.

La racionalización y el pensamiento son los mecanismos de defensa que los humanos hemos aprendido y que usamos para protegernos de nuestras emociones y sensaciones desagradables. Lamentablemente este mecanismo que nos protege, también nos desvitaliza y enferma. Recuperar nuestra capacidad de sentir las emociones en el cuerpo, es vital para gozar de una buena salud mental y física. 

mariposa pequeña

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