Poner la vida en el centro a menudo implica aprender a parar, a renunciar, a bajar el ritmo ⏱

En una sociedad que enseña que lo importante es lo que sucede fuera (el éxito, los resultados, la aprobación de las demás personas, el número de likes que tenemos) y que nos mantiene acelerados/as en esa persecución de nuestros objetivos o retos, nos olvidamos que lo que sucede dentro es enormemente más importante. 

Y que sin la atención a lo que sucede dentro, nada externo puede curarnos, saciarnos, colmarnos.

Este mes de marzo está lleno de propuestas preciosas para celebrar el Día de la Mujer y como muy bien dice este bonita frase creada por nuestras compañeras creativas de l’Associació Dona Cançó, poner la vida en el centro es aprender a cuidar esa energía llamada “femenina” y que culturalmente se ha atribuido más a las personas etiquetadas como mujeres.

Esta energía sensible, tierna y emocional no es un tema de sexo, sino una energía que todos/as tenemos y que lamentablemente está muy olvidada. 

• Aprender a escuchar nuestro cuerpo, sensaciones y emociones.
• Dedicarnos ratos de cuidado y regeneración.
• Saber respetar nuestro propio ritmo.
• Tratar al mundo, a las demás personas y a una/o misma/o, con respeto.
• Saber encontrar momentos de conexión y presencia con nosotras/os y con aquello que nos rodea.

Todo esto es “poner la vida en el centro”. Y nos incumbe a “mujeres” y “hombres”.

En tiempos de guerra, de pandemias, de abusos hacia nuestro planeta, más que nunca es necesario que podamos responder y actuar desde la calma, la conexión y el amor hacia nosotros/as y los demás.

Feliz día de la Mujer