Filosofía

filosofiaAlgo más de mí y de mi filosofía

En el transcurso de mi desarrollo personal y del trabajo con otras personas, he descubierto que lo que clínicamente se considera problema (una depresión, ansiedad, adicción, etc), para mí no es más que un síntoma o una señal de atención que nos da nuestro cuerpo y que nos permite atender a lo esencial, a algo que quizás podíamos estar descuidando. En ocasiones ese síntoma no es más que una falta de sentido, dirección o de propósito vital. O una desconexión y falta de coherencia con uno mismo.

Como personas únicas e irrepetibles, todos tenemos un potencial muy bello por descubrir, unas ilusiones, esperanzas, preferencias o valores. Y en la medida en que permitamos que éstos se expresen y se lleven a cabo, viviremos una vida más sentida y en paz.

Pero…eso significa también ¿que seremos más felices? 

En esa búsqueda por encontrar lo que cada uno entienda por felicidad, a veces nos dejamos la vida. Con el tiempo y mis años de búsqueda he descubierto que no existe herramienta, técnica u orientación mágica que lleve a la sanación. Sanación entendida como esa idea de que (una vez hayamos aprendido lo que toca) podremos vivir sin problemas, sin malestar o incluso sin sufrimiento.

Existen dinámicas, experiencias, personas y conocimientos que nos pueden facilitar el proceso y  ayudarnos a gozar de más momentos de equilibrio, serenidad y paz interna. Al igual que podemos aprender a convivir y hacernos más tolerantes para que estas sean más llevaderas. Pero las sensaciones agradables y desagradables forman parte de nuestro organismo como seres vivos.

Significa eso que ¿Debemos resignarnos a la vida?

Hablo de aceptar y no de resignarnos. Hablo de dar la bienvenida a las emociones, esas emociones que inevitablemente están aunque nos empeñemos en taparlas, huir, negarlas o racionalizarlas. Esas emociones que se activan cuando nos abrimos a nuevas experiencias o cuando nos mantenemos estancados en las mismas, cuando existen cambios o suceden imprevistos o cuando no sucede nada.

Es por ello que mi filosofía es la de la Terapia de Aceptación y Compromiso, una terapia que más que buscar soluciones, aporta luz, claridad y paz. Y la acompaño con el trabajo corporal, mental, emocional y espiritual, que tanto me ha aportado a mi y a las personas con las que me rodeo.

Profundizando en nuestro interior, estaremos más en equilibrio con nosotros mismos/as y los que nos rodean. Y de este modo, todo lo que suceda en nuestro exterior (rupturas, conflictos con los demás, cambios, duelos..) será más llevadero y menos doloroso. Porque nosotros tendremos un mayor control de nuestra vida en lo que depende de nosotros. Y mayor aceptación y paz con lo que no está a nuestro alcance.

Y si te resuena y decides que te acompañe en algún momento de tu vida, no dudes en contactarme <<